Gorputzaldiak es un proyecto pedagógico, fruto de un trabajo interdisciplinar entre la educación y la danza, que nace con el fin de proporcionar nuevas herramientas al profesorado en educación formal, a través del movimiento, con las que puedan desarrollar su proyecto curricular.
Este proyecto se pone en marcha principalmente para recoger una demanda social y de los agentes educativos que perciben cada vez con más fuerza la necesidad de enfocar el cuerpo de otros modos en la escuela. Nuestro reto está en proporcionar herramientas al profesorado para transformar los usos y hábitos de los cuerpos en las aulas y así promover aprendizajes que se generan mediante la experiencia y la interacción entre personas. Para ello ofrecemos espacios donde compartir conocimientos, accionar diferentes dinámicas corporales y reflexionar acerca de las prácticas que se están llevando a cabo entorno al movimiento y a las temáticas propuestas.
La danza como herramienta pedagógica
La danza es una vía de expresión, de conocimiento, de relación, de pensamiento que, basándose en los componentes de tiempo, espacio, acción y creatividad, promueve un cuerpo sensible en interacción con el mundo.
La danza, a través del movimiento libre y el juego, se enfoca como vehículo expresivo y como lugar de encuentro con las demás. De la misma manera que se utiliza el movimiento libre como capacidad de expresión, no nos olvidamos de esa otra parte integradora. Como dice Maralia Reca, la danza es libre no solo para expresar, sino para recibir, responder y reflejar el movimiento y el sentido de las otras personas. En este sentido partimos de la idea que subraya Patricia P. Capello, quien dice que toda expresión gestual o no verbal se considera legítima, ya que no nos someteremos a cánones estilísticos que determinen lo que es aceptable o bello.
Con la danza como herramienta pedagógica podemos explorar, entender y conocer el mundo interno y externo, a través del cuerpo. Entendemos por tanto, que la danza en educación puede ser una herramienta de aprendizaje, que ayude a cumplir diversos objetivos. Creemos que la utilización del cuerpo de maneras diferentes, más activas y en interacción con el entorno, debe estar hoy día ya en el proceso de enseñanza-aprendizaje de un modo integral.
Así, Gorputzaldiak está orientado al aprendizaje a través de la experiencia, siendo el cuerpo nuestra herramienta, entendida no solo desde su aspecto físico sino incluyendo el psicológico, social y emocional.
La danza como herramienta pedagógica
La danza es una vía de expresión, de conocimiento, de relación, de pensamiento que, basándose en los componentes de tiempo, espacio, acción y creatividad, promueve un cuerpo sensible en interacción con el mundo.
La danza, a través del movimiento libre y el juego, se enfoca como vehículo expresivo y como lugar de encuentro con las demás. De la misma manera que se utiliza el movimiento libre como capacidad de expresión, no nos olvidamos de esa otra parte integradora. Como dice Maralia Reca, la danza es libre no solo para expresar, sino para recibir, responder y reflejar el movimiento y el sentido de las otras personas. En este sentido partimos de la idea que subraya Patricia P. Capello, quien dice que toda expresión gestual o no verbal se considera legítima, ya que no nos someteremos a cánones estilísticos que determinen lo que es aceptable o bello.
Con la danza como herramienta pedagógica podemos explorar, entender y conocer el mundo interno y externo, a través del cuerpo. Entendemos por tanto, que la danza en educación puede ser una herramienta de aprendizaje, que ayude a cumplir diversos objetivos. Creemos que la utilización del cuerpo de maneras diferentes, más activas y en interacción con el entorno, debe estar hoy día ya en el proceso de enseñanza-aprendizaje de un modo integral.
Así, Gorputzaldiak está orientado al aprendizaje a través de la experiencia, siendo el cuerpo nuestra herramienta, entendida no solo desde su aspecto físico sino incluyendo el psicológico, social y emocional.
Desarrollo de las capacidades socio afectivas
Las capacidades socioafectivas favorecen el autoconocimiento, la confianza en una misma y en las demás, la resolución de conflictos, la mejora de las relaciones interpersonales, la comunicación asertiva…. A su vez promueven estados de autoconciencia que nos permiten empatizar con el resto, tomar decisiones responsables o evitar conductas de riesgo, entre otras. Habilidades como éstas no son innatas, sino que se aprenden y se desarrollan, y, como toda dimensión del desarrollo humano, van evolucionando a lo largo del tiempo. Es por esto que no es posible enseñarlas o desarrollarlas de una vez, sino que, al igual que las habilidades intelectuales, requieren de estimulación continua que les permita ir evolucionando hacia etapas de mayor desarrollo.
Estas capacidades están muy presentes a lo largo del curriculum del DECRETO 175/200 del 16 de octubre y se mantienen con destacada importancia en el plan HEZIBERRI 2020 que dedica un anexo a estas competencias clave o básicas en las que incide de manera directa con esta propuesta pedagógica.
A lo largo del desarrollo del proyecto se ha focalizado en las siguiente capacidades socioafectivas:
EMPATÍA, CONFIANZA, INTEGRACIÓN, AUTOCONCIENCIA, ASERTIVIDAD, INFLUENCIA MUTUA, SENSOPERCEPCIÓN, ATENCIÓN y EMOCIONES.
Desarrollo de las capacidades socio afectivas
Las capacidades socioafectivas favorecen el autoconocimiento, la confianza en una misma y en las demás, la resolución de conflictos, la mejora de las relaciones interpersonales, la comunicación asertiva…. A su vez promueven estados de autoconciencia que nos permiten empatizar con el resto, tomar decisiones responsables o evitar conductas de riesgo, entre otras. Habilidades como éstas no son innatas, sino que se aprenden y se desarrollan, y, como toda dimensión del desarrollo humano, van evolucionando a lo largo del tiempo. Es por esto que no es posible enseñarlas o desarrollarlas de una vez, sino que, al igual que las habilidades intelectuales, requieren de estimulación continua que les permita ir evolucionando hacia etapas de mayor desarrollo.
Estas capacidades están muy presentes a lo largo del curriculum del DECRETO 175/200 del 16 de octubre y se mantienen con destacada importancia en el plan HEZIBERRI 2020 que dedica un anexo a estas competencias clave o básicas en las que incide de manera directa con esta propuesta pedagógica.
A lo largo del desarrollo del proyecto se ha focalizado en las siguiente capacidades socioafectivas:
EMPATÍA, CONFIANZA, INTEGRACIÓN, AUTOCONCIENCIA, ASERTIVIDAD, INFLUENCIA MUTUA, SENSOPERCEPCIÓN, ATENCIÓN y EMOCIONES.
Aprendizaje cooperativo
El aprendizaje cooperativo se basa en la personalización del proceso enseñanza-aprendizaje, en la autonomía del alumnado y en la estructuración del aprendizaje, para que el conocimiento se construya a partir de la cooperación entre iguales.
De este modo, se fomenta la participación activa, la confianza en las posibilidades de cada cual, una mirada inclusiva de las diferencias y la cohesión de grupo. Este dispositivo pedagógico favorece en gran medida el desarrollo de las capacidades socio afectivas, ya que proporciona el poder desarrollar la autoestima, la flexibilidad, la asertividad, la empatía o la integración, entre otras.
Así, Gorputzaldiak integra en su trabajo estos principios, y a su vez, incorpora metodologías y dinámicas específicas del aprendizaje cooperativo, como son la repartición de roles dentro del trabajo en equipo, el folio giratorio o la parada de tres minutos.
Aprendizaje cooperativo
El aprendizaje cooperativo se basa en la personalización del proceso enseñanza-aprendizaje, en la autonomía del alumnado y en la estructuración del aprendizaje, para que el conocimiento se construya a partir de la cooperación entre iguales.
De este modo, se fomenta la participación activa, la confianza en las posibilidades de cada cual, una mirada inclusiva de las diferencias y la cohesión de grupo. Este dispositivo pedagógico favorece en gran medida el desarrollo de las capacidades socio afectivas, ya que proporciona el poder desarrollar la autoestima, la flexibilidad, la asertividad, la empatía o la integración, entre otras.
Así, Gorputzaldiak integra en su trabajo estos principios, y a su vez, incorpora metodologías y dinámicas específicas del aprendizaje cooperativo, como son la repartición de roles dentro del trabajo en equipo, el folio giratorio o la parada de tres minutos.